CALL, CALL, CALL

Sabíamos que este año iba a ser duro, y que la presión que a soportar por el equipo comercial sería mayor que otros años, pero lamentablemente la realidad está superando nuestros peores presagios. En vez de dejar trabajar a los empleados para conseguir llegar a unos objetivos, que, como siempre, aún desconocen (vergonzoso después de haber transcurrido mes y medio desde que se inició el trimestre), se convoca día sí y día también a innumerables calls que lo único que hacen es robar tiempo a los empleados y que no son nada productivas. Hasta 4 al día se han llegado a convocar sobre diferentes temas (SAS, Negocio, SAA, Farmacias, DB ASESORA, y un largo etcétera). ¿Se puede trabajar así? La respuesta está clara, NO. Y claro, ya que el Pisuerga pasa por Valladolid,  los Regionales aprovechan para hablar de su libro en cuanto tienen ocasión y exigen  más y más a las oficinas. Demencial.

Si a las calls le añadimos los innumerables cursos que hay que hacer, los miles deseguimientos que mirar, los clientes que atender, las visitas que hacer, las gestiones que realizar y los datos diarios que dar, está claro que no salen las cuentas. En siete horas diarias (9 horas los jueves) es imposible realizar todo. ¿Acaso pretenden que alarguen su jornada? ¿De verdad se puede conciliar trabajo y familia con este panorama?

Por ello, pedimos a la Dirección del Banco que pare este sin sentido y que tome decisiones coherentes que faciliten optimizar el trabajo de los empleados, no entorpecerlo. En un entorno muy complicado la plantilla ha demostrado su profesionalidad para sacar adelante la entidad, déjenles trabajar.