Una subida salarial inaceptable. Menos salarios para más dividendos

Nos encontramos nuevamente a dos semanas de finalizar la tercera prórroga de la ultractividad del XXIII Convenio Colectivo de Banca (CCB), tras más de dos años desde su vencimiento. Un momento en donde el último escollo para que el sindicalismo institucional y el amarillo claudique ante las pretensiones de la patronal bancaria AEB, es la subida salarial. En el resto de las cuestiones, de muy corto alcance, ya están de acuerdo.

La AEB propone una subida salarial idéntica a la pactada en el convenio de las cajas, entendiendo con cierta lógica que si estos mismos sindicatos la han firmado allí, por qué no habrían de hacerlo aquí. Una subida consistente en un acumulado del 1,75% en 5 años (0,35% anual). Ante esta hiriente propuesta patronal, CCOO, UGT y FINE que ostentan la mayoría sindical en la mesa de negociación proponen otra, más hiriente si cabe por venir de la parte social, del 3% (0,60% anual). Es decir, han pasado de reivindicar una subida salarial del 12% en 4 años a una del 3% en 5 años. Subidas ambas ridículas, cuando la media pactada en el año 2020 para convenios de sectores infinitamente menos pudientes que el financiero, se ha situado en torno al 1,56% anual.

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Desde CGT no vemos ninguna razón, ni siquiera la coyuntural generada por el COVID-19, para que las plantillas bancarias tengamos que hacer un esfuerzo salarial tan importante, cuando este, además, es a cambio de nada. Es más, ya hay previstos miles de despidos para el año en curso. Despidos pasados, presentes y futuros liquidados en base a salarios del año 2018. De ahí la pretensión de la patronal de querer imponer una subida salarial 0 para los años 2019-2021, ya que de haber otra, por un lado, se le encarecerían los despidos previstos y por otro, tendrían que pagar los atrasos oportunos.

La patronal alega como razón principal para llevar a cabo tal pretensión, que el IPC está en negativo y, por tanto, el que no haya subida salarial, según ella, no conlleva ninguna pérdida de poder adquisitivo. Sin embargo, hemos de decir que ello no es cierto, ya que el año 2019 el IPC subió el +0,8% y el avanzado para el año 2020, que se publicará en breve, se estima que cierre con una bajada del -0,50%. A esta ya diferencia a nuestro favor, habrá que añadirle el IPC del año 2021 que, caso de recuperación de la economía, será bastante superior. Pero es que, aun comprando ese argumento patronal, desde CGT no entendemos por qué las plantillas tendríamos que renunciar a ganar poder adquisitivo. ¿Acaso los bancos renuncian a ganar más?

Los sindicatos más que presumiblemente firmantes tratarán de vendernos para justificar su entrega, que el devengo de trienios también supone, como defiende la patronal, una subida salarial adicional a la pactada. Como si esto no hubiera sido así en los anteriores veintitrés CCB. Así como, que la moderación salarial la aceptan a cambio de que estos no desaparezcan, como si ello pudiera hacerlo de manera unilateral la patronal. Trienios que, por otra parte, parece que no serán revalorizados a partir de ahora en su totalidad, lo que de facto ya comienza a ser una congelación de los mismos.

Y ante este panorama desolador en materia salarial y de empleo, nos encontramos en un momento en donde los bancos, haciendo caso omiso al BCE, tratan por todos los medios de retribuir al accionista, mayormente “fondos buitre”. Algunos incluso cargando a reservas ampliaciones de capital para pagar dividendos. Un deterioro imprudente de sus cuentas, incluso a pesar de ser la banca europea menos solvente.

Es por ello, por lo que desde CGT no podemos aceptar que la congelación de nuestros salarios sirva para pagar dividendos. No se nos puede pedir que el inmenso esfuerzo diario que venimos realizando, más si cabe en tiempos de pandemia en donde estamos poniendo nuestra salud en grave riesgorevierta únicamente en el bolsillo del accionista. Por ello pedimos a los presumibles firmantes que no confundan la responsabilidad con la sumisión y que no firmen este convenio en esas deplorables condiciones. Si bien, somos conscientes que su firma les garantiza la concesión de hasta 50 liberados sindicales hasta el 2023. Seguramente eso pese más que el deterioro de nuestras condiciones laborales, aunque lo venderán como que lo hacen para que no finalice la ultractividad del convenio, culpando a la reforma laboral. Eterna excusa que recurrentemente les vale para renunciar a cualquier lucha sindical, de ahí que cómodos con ella no presionen al Gobierno para su derogación