Hace casi dos años, el 7 de julio del 2019, Christian Sewing, anunció en prensa una reestructuración “radical” a nivel global en Deutsche Bank, con 18.000 salidas en tres años, hasta el año 2022.
Después de ese anuncio, sufrimos una pandemia que comenzó en 2020, y que ha provocado una crisis económica con caídas del PIB solo vistas tras la II Guerra Mundial. A pesar de ello, desde Alemania se sigue apostando por Deutsche Bank España como parte importante de los ingresos a nivel global del Grupo.
Pero desde el punto de vista laboral, en España hemos asistido a una reducción importante de las oficinas de la Red, así como de la propia plantilla a todos los niveles. Este proceso de reestructuración va a continuar hasta 2022, según está planificado en la estrategia del Grupo.
Dicha reducción de capital humano se ha ido produciendo por la vía de las prejubilaciones, pero también a través de despidos. Y es ahí donde CGT no va a quedarse de brazos cruzados viendo las consecuencias que tiene a nivel personal para nuestros compañeros/as, muchos de ellos con edades complicadas para reincorporarse al mercado laboral, con familias a las que mantener y con cargas económicas que atender.
Ante esta situación, hemos pedido a la entidad que apueste por medidas alternativas a los despidos: políticas de movilidad geográfica, de movilidad funcional, de reducciones de jornada y de bajas incentivadas.
Desde CGT vamos a continuar luchando para que las consecuencias de esta reestructuración afecten lo menos posible a la plantilla en España. Tenéis nuestro compromiso.
Estamos a vuestra disposición para cualquier duda o inquietud que tengáis al respecto.