En los últimos días se ha vuelto a producir una baja voluntaria en el Banco de una compañera de la red de oficinas. Desgraciadamente es algo que viene ocurriendo con bastante frecuencia en los últimos años, y que refleja algo que debería preocupar y ocupar a la dirección de Banco, y es que muchos empleados no ven ni futuro ni un plan de negocio claro como para seguir trabajando en Deutsche Bank. ¿Qué motivación puede tener un empleado si lo único que hace su responsable directo es exigir más y más sin contar con los medios necesarios para llevar a cabo su trabajo de una manera eficiente? Lo más importante de una empresa es el capital humano, algo que hay que cuidar, y en Deutsche Bank nadie de la Dirección parece entenderlo desde hace mucho tiempo. Ni hay medios, ni un sueldo acorde con lo que se ofrece en el sector. Pero lo único que cuenta para ellos son los resultados. Así de frío. O blanco o negro. Sin analizar nada más.
¿Qué plan de negocio tiene el Banco? ¿dar servicio a los clientes con el sistema informático actual? ¿Derivar departamentos a otro países que ni de lejos son capaces dar el mismo servicio que se da aquí? ¿Hacer Upfront en medio de una coyuntura económica completamente inestable? ¿Hacer hipotecas con precios fuera de mercado? ¿Captar empresas con una Banca Electrónica del siglo pasado? ¿Retener a los clientes con el valor de la acción por los suelos y continuas noticias alarmantes sobre el Banco? ¿Vivir de la Tasa de Éxito, el Santo Grial del Banco, la solución a todos los problemas?
Con este panorama, no resulta sorprendente que muchos compañeros decidan apostar por un futuro mejor fuera de Deutsche Bank. Por ello, emplazamos a la Dirección a que piense en todo esto detenidamente, porque o mucho nos equivocamos, o el futuro que nos espera es muy oscuro si todo sigue igual.