Como sabéis, desde CGT llevamos casi un año reclamando medidas para paliar la subida del euríbor que afecta a las cuotas de las hipotecas de empleado. Hemos propuesto distintas soluciones, incluyendo algunas que ya han tomado otras entidades.
Lamentablemente, como pudimos escuchar el Jueves pasado, la Dirección del Banco no va a tomar ninguna medida adicional a las refinanciaciones que han puesto sobre la mesa, haciendo referencia a nuestro diferencial de empleado, fuera de mercado y a la presencia actual de un euríbor ordinario, más allá de los atípicos tipos negativos de los últimos años. Todo esto a pesar de que todos los sindicatos se lo hemos pedido.
Quizá piensen que al no haber muchas solicitudes de refinanciación la situación no es grave, pero la inminente revisión semestral de las hipotecas va a colocar en una situación insostenible a muchos compañeros.
Las refinanciaciones y novaciones no son la solución. No llegan a todo el mundo y supone alargar plazos pagando más intereses en vida del préstamo, además de no impedir que sigan afectando las subidas de tipos futuras. Esto significaría que podríamos encontrarnos con pagos de cuotas más altas que las iniciales y por más tiempo. Una vez más reclamamos un tope al tipo de interés aplicado mientras dure esta situación.
Basándonos en el resultados del banco en España en 2022, con un beneficio después de impuestos de 10.5 millones de euros, ya no hay excusas. Aún menos cuando este beneficio se ha conseguido en un ejercicio en el que el Banco no ha obtenido ingresos por intereses de las hipotecas de empleados.
Desde CGT no cejaremos en nuestro empeño por alcanzar un acuerdo con la entidad en un tema tan sensible para muchos de empleados.
Deseamos que el Banco de un giro en su postura y atienda esta reivindicación antes de que descalabren las economías familiares de muchos de nuestros compañeros.
Resulta irónico que la entidad dé tanta importancia al Bienestar y Salud Mental de los Empleados, cuando está demostrando falta de sensibilidad hacia sus problemas.