¿Y QUÉ MÁS?

Estimados/as compañeros/as, en el día de ayer los Áreas convocaron a los directores de las oficinas a una call para dar a conocer una nueva división de negocio, AVANZA CREDIT, lo que antes era DB CREDIT. Aplaudimos esta apuesta del banco por una línea de negocio muy rentable para la entidad, lo que esperamos ayude a la continuidad del negocio en España. Pero como siempre, hay cosas que no cuadran

Desde hace meses, se está pidiendo a las oficinas que salgan a la calle a buscar edificios en los que se estén realizando reformas con la intención de conseguir el contacto para convertir a las empresas que las llevan a cabo en Prescriptores del Banco. Cómo no, existe el enésimo seguimiento de los contactos que se reportan con su correspondiente presión. Además de no ser tarea sencilla (no existe un localizador de “andamios”), se suma a las incontables tareas a realizar en las oficinas: revisiones de clientes, captar clientes de Banca Privada, atención de correos y llamadas continuas de clientes, visitas, productos de inversión, hipotecas, préstamos, protocolos, tasa de éxito, y un largo etcétera que se haría interminable. Pero el colmo de todo esto es que ayer se pidió la “implicación” de los directores (como si no la tuvieran ya). Esa implicación consiste en revisar que las empresas que reportan sus equipos son realmente empresas de Reformas y Rehabilitación de edificios, y además, si es posible, acudir a posibles reuniones con los prescriptores junto con los compañeros de AVANZA CREDIT.

Para la Dirección del Banco queda claro que las oficinas pueden con todo. Pues no. No pueden. Es hora de que se agradezca y se respete el trabajo que se realiza en la Red. ¿Es mucho pedir un poco de empatía por parte de la Dirección? Sinceramente, creemos que no son conscientes del día a día de las oficinas. Si lo fueran no las cargarían con más y más tareas trimestre tras trimestre. Si lo fueran, dotarían de los medios humanos y tecnológicos a las oficinas. A esto añadimos que ayer (casi un mes y medio después del inicio de trimestre, ya está bien) se empezaron a comunicar unos objetivos desproporcionados que conllevarán un esfuerzo titánico para alcanzarlos. Un despropósito.

Si se dejase trabajar a los empleados/as en vez de agotarles con continuos seguimientos y tareas totalmente prescindibles, estamos seguros de que se podrían llevar a cabo esta y otras acciones comerciales que son las que realmente ayudan a conseguir los objetivos marcados.